Paraules amb Iniciativa

La “política modesta” frente al populismo incendiario

Violeta Rustarazo

Así dicho, suena David contra Goliat. Estamos viviendo tiempos convulsos en política, y es necesaria una reacción pacífica, pero decidida, ante la escalada y el populismo incendiario frente a la opinión pública.

 

La pérdida de poder de las derechas en España así como de las más importantes ciudades y autonomías, entre ellas la nuestra desde 2015, ha supuesto la reconquista del espacio político a cualquier precio. Porque piensan que es un espacio que les pertenece, que aquellos que están ahora al frente de la gestió d’allò públic (en ayuntamientos, instituciones, consellerias, gobiernos) estamos de paso, pues a ellos debe volver en cuanto “es naturalmente suyo”. La principal diferencia entre los que estamos en política ahora es que queremos colaborar y aportar; queremos dejar mejor de lo que estaba lo que en su día nos encontramos; queremos gestionar lo público desde un espacio compartido, intentando ofrecer un altavoz a cuantas más voces distintas, capaces de enriquecer el debate desde la diversidad y la pluralidad. Se trata de ser un equipo de personas y de que esto no va de personalidades concretas, sino de ser capaces de canalizar demandas y necesidades que vienen desde la sociedad y no única y exclusivamente de los medios de comunicación.

 

Un hecho. Estamos tocando techo en cuanto al nivel de verborrea política por parte de la derecha. Recordemos frases como: «Este gobierno es legal, pero ilegítimo e inmoral», referidas a la investidura del nuevo Gobierno de centro-izquierda en España, o cómo durante esa misma investidura el principal líder de la oposición en este país llamó sociópata, mentiroso, presidente fake, falto de dignidad, fatuo, arrogante y patético, entre otros insultos y descalificaciones, al candidato luego investido Presidente del Gobierno. Estos son solo algún ejemplo de cómo se están traspasando ciertas fronteras o el denominado fair-play en la política: de la argumentación y el diálogo al uso indiscriminado de las fake news e incluso ataques personales para descalificar acciones políticas. Y es aquí donde juegan un papel importantísimo algunos medios de comunicación, en cierta manera cómplices de verter falsedades con tal de atacar al adversario político y de vender (des)información.

 

¿Hasta dónde estamos dispuestos a dejarles llegar? ¿Qué podemos hacer como actores sociales para intentar frenar esta escalada de mediocratización de la política?

 

No existe una receta mágica, pero a cada mentira hay responder con un argumento sólido. A cada insulto, a cada ataque, un frente común. Es agotador, sí, pero cada vez que recibimos mensajes en cadena con datos falsos y malintencionados, no podemos dejar de analizar y contestar, desmontando tópicos o suposiciones que no se basan en fuentes fiables. Si nos quieren calladas y callados, nuestra respuesta es actuar, pues en la inacción les estamos dando legitimidad. Frente a los mensajes del miedo, información y, si es posible, tranquilidad y confianza. Costará explicar a veces la complejidad del mundo o de un fenómeno frente al populismo, pero es un esfuerzo que hay que realizar por el bien de nuestra sociedad y por las generaciones futuras.

 

Esta está siendo y debe ser la lógica del Botànic II, del Govern de la Nau, del trabajo en coalición en tantos ayuntamientos de nuestra Comunitat: la valentía de demostrar con acciones que los supuestos “problemas” se pueden transformar en oportunidades y propuestas realistas. Es, por otro lado, lo que hacemos todas y todos en nuestro día a día, en casa, en el trabajo, en la escuela, en la calle: trabajar en equipo con la lógica problema-solución-oportunidad. Hagamos uso de fuentes de información verídicas, de medios de comunicación rigurosos, pero también hagamos tanta pedagogía, y propaguemos el mensaje.

 

  Sigamos ilusionándonos e ilusionando, pensemos en el presente pero también en el futuro. Y no dejemos que nos lo arrebaten, pues el futuro es nuestro, y vuestro. Es de todas.

mgonzalezm91

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