Esther Díez
La crisis sanitaria ha sumergido al mundo entero en la incertidumbre de no saber si seremos los mismos de antes de la covid-19. Aprovechemos la oportunidad para ser mejores. El virus nos ha obligado a reformular y a repensar cuáles son las prioridades, qué es lo verdaderamente importante.
Las exigencias que ha traído la pandemia han trastocado lo más básico de nuestro instinto, la supervivencia. La covid-19 ha puesto en el centro de la vida los cuidados, las curas, la alimentación, la salud. Y nos ha dado un toque de atención, nos ha recordado nuestra vulnerabilidad y la importancia de poner en primer lugar la salud humana para una salida digna a esta crisis, que debe ser más verde y más humana que nunca.
Y por eso el Elx post covid será verde. En Compromís llevamos mucho tiempo defendiendo con contundencia la importancia de las políticas sostenibles, que concretamos en la estrategia Elx2030. Y, por eso, el acuerdo de gobierno, que cumple ahora un año, se basa en medidas que propicien una sociedad más equitativa e inclusiva, que garanticen un entorno más limpio y atractivo y generen empleo de calidad.
A esta estrategia le estamos dando forma desde el Ayuntamiento con las inversiones de la EDUSI; con actuaciones clave para nuestra competitividad como el Campus Tecnológico y la ampliación del parque empresarial; con el Plan Centro; con el Plan Especial del Palmeral; con la revisión del PGOU, que busca proteger también el patrimonio ambiental y el Camp d’Elx; con el nuevo PMUS; con el Plan de Dinamización del Comercio Urbano y también con el apoyo a la singularidad de nuestra producción agrícola, entre otras cuestiones.
Desde el área de Desarrollo Sostenible, las acciones están encaminadas a la humanización de nuestros barrios y pedanías. Por eso, pondremos en marcha los corredores verdes con los que transformaremos varios ejes de la ciudad ganando espacio para el peatón y el transporte sostenible. A ello se suma la apuesta por el carril bici. Ya están adjudicadas las obras del tramo que discurre por la avenida alcalde Ramón Pastor y en este año se redactará el proyecto de carril bici en Pere Joan Perpinyà, además de los carriles bici provisionales que pondremos en marcha en las próximas semanas para garantizar una infraestructura segura a los ciclistas.
En unas semanas se iniciarán las obras de remodelación de la calle Virgen de la Cabeza y la creación de ocho plataformas únicas en el centro y el Raval, una actuación para garantizar la accesibilidad y la prioridad peatonal en estas vías. Asimismo, ya están adjudicadas las obras para mejorar el bus urbano con un intercambiador en el Hospital General, la accesibilidad de las paradas y el carril bus de en la avenida de la Universidad y la calle Eduardo Ferrández García. Son los proyectos que venimos impulsando desde antes de la covid-19, pero que la pandemia les ha dado más sentido que nunca.
Necesitamos más espacios para pasear, encontrarnos a pie, entornos en los que sea posible la convivencia y el distanciamiento social a la vez. Calles y barrios limpios y libres de humos de los coches, en este contexto que nos ha hecho repensar las prioridades y en el que la salud de las personas debe ser el eje central de todas las políticas. Por supuesto, la Corredora es una prioridad, hoy más que nunca es el momento de peatonalizar, no solamente desde el punto de vista ambiental y de crear entornos limpios y amables, si no también en un contexto de respuesta a esa pandemia. La Corredora peatonal dará un valor añadido a los comerciantes y hostelería del centro, un espacio libre de humos y a escala humana.
Por todo ello, considero un error e irresponsabilidad la nueva línea argumental de la oposición según la cual no hay que hablar de políticas verdes. Quiero dirigirme a aquellos que pretenden que se instalen centenares de plazas de aparcamiento en pleno corazón histórico de la ciudad, que prefieren seguir pensando la ciudad para los coches, que hablan del Medio Ambiente como una cuestión residual y no entienden la necesidad de replantear nuestra economía. Compromís decimos que ahora más que nunca es el momento de repensar Elx con criterios de sostenibilidad.
El contexto exige especialmente abandonar el partidismo y mirar más allá de las próximas elecciones. El ahora urge miradas a medio y largo plazo que garanticen el bienestar de las generaciones futuras. Pero la oposición se limita a hablar de rebajas de impuestos generalizadas, una opción que reduciría la capacidad del Ayuntamiento para ofrecer servicios de calidad y que perjudicaría especialmente a las personas más vulnerables.
Hablemos claro. No es que piensen que no es el momento de políticas verdes. Es que apuestan sin tapujos por un modelo caduco. Un modelo que niega la emergencia climática en lo ambiental y pretende continuar las dinámicas que nos han traído hasta aquí. Un modelo que en lo social apuesta por adelgazar los recursos públicos y perpetuar por tanto un sistema de privilegios para unos pocos.
Frente a ello, desde el gobierno municipal vamos a seguir trabajando de manera decidida por un municipio que sea viable desde todos los puntos de vista en las próximas décadas. Porque defender el Elx verde supone trabajar por una sociedad más equitativa e inclusiva, por un espacio público de calidad y por un empleo digno.
Y seguiremos con la mano tendida, invitando a la oposición a colaborar en este nuevo horizonte que hará de Elx un lugar más atractivo para el comercio, el turismo y la hostelería, más saludable y amable para las personas y que promoverá una mejor convivencia entre todos y todas.
Tenemos que caminar juntos en la protección de la salud de las personas y eso pasa por el impulso de políticas verdes y a escala humana. En ese marco que ya impulsamos la pasada legislatura con la estrategia Elx2030 y que iremos desarrollando en el horizonte de la futura Ley de Cambio Climático desarrollada por la consellera Mireia Mollà y que los municipios deberemos ir implementando. Aquí ya hemos comenzado, el Elx post covid será verde.
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