Por Aitana Mas, cabeza de lista de Compromís a las Corts Valencianes en la circunscripción de Alicante.
Es inevitable tener la sensación en el debate público de que el lado oscuro de la política ha desplazado a todas aquellas cosas positivas que esta puede ofrecer, siendo como es la principal herramienta que tenemos los seres humanos para transformar nuestras sociedades. Basta observar los medios informativos para entender la obcecación que padecemos en mostrar su lado negativo. El eco que tienen los pucherazos de las primarias de Ciudadanos en varios puntos del Estado incluida la Comunidad Valenciana, o la baja participación e imposición de candidatos cuneros por encima de los escogidos en las elecciones internas de otros partidos remiten a ese pensamiento frente a otros hechos positivos que acontecen en España.
Las primarias celebradas en Compromís recientemente son un caso único en el Estado español. Tecnología punta, que diría Mónica Oltra. Fueron abiertas a toda la ciudadanía, sin importar la relación que la persona tuviera con el partido. Es un hecho notable ya que nuestro sistema electoral todavía no se ha transformado para que las personas tengan más libertad a la hora de decidir quién concurre a unos comicios. Y en este marco Compromís opta por su propia vía y da poder de elección más allá de las personas inscritas como afiliados o simpatizantes del partido. A la anglosajona.
Ni listas plancha ni hechas a dedo. La democracia debería ser algo más que elegir una papeleta el domingo electoral de turno. Un diálogo con la ciudadanía constante. Y por eso Compromís la hace partícipe de la conformación de unas listas con pesos y contrapesos, donde todas las sensibilidades al final tienen cabida. Más de 400 candidaturas de la coalición se presentaron para formar parte de las elecciones europeas, municipales y autonómicas y se ofrecieron a los casi 50.000 inscritos en toda la Comunidad Valenciana. Son cifras estelares si las comparamos con los 9.000 inscritos a las primarias autonómicas de las que surgió como candidata a la presidencia de la Generalitat, Isabel Bonig o los 670 que votaron a Toni Cantó para que opte a ser presidente y sin que se conociera prácticamente ni el nombre de los rivales. A la búlgara.
Mónica Oltra recibió el voto de decenas de miles de personas que quisieron participar en las primarias de Compromís. Esta diferencia con respecto al apoyo recibido por los candidatos de otros partidos quizás hable de la capacidad de movilización entre los fieles de cada partido, pero ese no deja de ser un análisis epidérmico. Que las primarias de Compromís sean distintas a las del resto de partidos también expone una convicción profunda: la del diálogo permanente, la de la rendición de cuentas, la de saber para qué y por quién estamos aquí. En definitiva, la de ser radicalmente demócratas y saber para quién trabajamos.
Gracias a todas las personas que, pensando igual o diferente que yo, creyeron en mí para encabezar la lista de Compromís por la circunscripción de Alicante.
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