Paraules amb Iniciativa

QÜESTIONARI: José Carlos Ugaz Sánchez-Moreno

José Carlos Ugaz Sánchez-Moreno

Presidente de Transparencia Internacional

jos_ugazi_219114_1720José Carlos Ugaz Sánchez-Moreno es abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú, estudios de Post Grado en Derecho Penal y Derechos Humanos en la Universidad de Salamanca (España) y el Institute of Social Studies (Holanda). Profesor principal de Derecho Penal en la Pontificia Universidad Católica del Perú, socio fundador del “Estudio Benites, Forno & Ugaz Abogados”. Ex – Procurador Ad-Hoc para el caso Fujimori – Montesinos, ex – miembro de la Unidad anticorrupción del Banco Mundial, autor de los libros “Prensa Juzgada” y “Caiga quien caiga”. Actual presidente de Transparencia Internacional.

1.- ¿Cuál es la trayectoria y los rasgos fundamentales de Transparencia Internacional (TI)?

Transparencia Internacional es un movimiento global compuesto por capítulos nacionales independientes y con presencia en más de 100 países alrededor del mundo. Nuestros capítulos nacionales varían de acuerdo a los retos que enfrentan en sus países: algunos cuentan con centros que ayudan a los ciudadanos a combatir la corrupción que enfrentan en su vida diaria, mientras que otros están dedicados a generar mayor transparencia en los niveles altos de los gobiernos. También tenemos una secretaría con más de 150 funcionarios que trabajan apoyando a los capítulos o desarrollando herramientas o investigaciones para enfrentar la corrupción globalmente.

Actualmente, nuestro movimiento, que acaba de cumplir 20 años de existencia, ha impulsado la “Iniciativa contra la Impunidad”, que busca impulsar la sanción social y política de las élites corruptas cuando los sistemas legales no respondan. Parte de esa iniciativa es la campaña “Desenmascara a los Corruptos”, que entre otras acciones viene promoviendo la creación de un registro global de acceso universal para conocer los beneficiarios finales de las empresas offshore.  

2.- ¿Cómo valoráis la relación entre corrupción pública y procesos de globalización?

La corrupción pública, que consiste en el abuso de la función pública para beneficio personal, ocurre frecuentemente en la interacción entre gobiernos y empresas: cuando se adjudican contratos, se generan leyes, se lavan fondos de origen ilegal de funcionarios y políticos corruptos.

Muchos de los casos de gran corrupción que hemos visto en la última década, han ocurrido entre gobiernos de países en desarrollo y grandes empresas multinacionales procedentes de países desarrollados. Esto quiere decir que empresas provenientes de países considerados menos corruptos, están generando corrupción en países muy afectados por la corrupción, lo que en Transparencia Internacional llamamos el lado proveedor de la corrupción.

Mientras que las grandes empresas, que muchas veces tienen más poder que muchos gobiernos, se involucren o faciliten actos de corrupción con impunidad, no será posible enfrentar con éxito a la corrupción pública.

Es necesario imponer presión a estas empresas comprometidas con la corrupción para prevenir el soborno en sus operaciones, que hagan más transparentes sus actividades y pagos a gobiernos en los países donde operan, proporcionen más información acerca de las grandes y complejas estructuras típicas de las empresas multinacionales modernas con sucursales y subsidiarias, operando a través de opacas empresas offshore.    

La globalización permite que agentes corruptos operen en diversos países simultáneamente y que los millonarios activos procedentes de estas acciones ilegales circulen fluidamente a través de múltiples jurisdicciones con poco control, especialmente valiéndose del sistema financiero. Un reciente ejemplo de lo dicho es lo ocurrido con el banco inglés HSBC, el mismo que ha facilitado que más de 106,000 clientes, entre ellos figuras poderosas de todo el mundo, evadan impuestos o escondan los frutos de la corrupción en Suiza valiéndose de vehículos corporativos offshore (entre ellos 2694 clientes españoles que movilizaron 125 millones de dólares).

3.- ¿Apreciáis alguna correlación entre modelo económico, crisis y corrupción?

En materia de corrupción, no existe una correlación automática o directa con determinados modelos económicos. Se producen grandes casos de corrupción tanto en países con modelos económicos liberales como en aquellos de economías centrales. Contrariamente a ello, se ha demostrado que hay una tendencia al incremento de la corrupción en aquellos países donde no hay acceso a la información, existe poca transparencia y hay una falta de rendición de cuentas en los actos de gobierno.

Investigaciones hechas por Transparencia Internacional en el 2012 alertaron que la falta de transparencia en el manejo de las finanzas y el gasto públicos condujeron a situaciones de riesgo que culminaron en la creación de una deuda explosiva que desencadenó en la crisis actual. En Grecia, Portugal y España, nuestras investigaciones demostraron que hubo una débil supervisión del gasto público y con auditores débiles o carentes de independencia de los gobiernos.

Otro factor a tener en cuenta es la corrupción al interior de los partidos políticos. La gente en Italia, España, Grecia, y Portugal opinan que sus partidos políticos son más corruptos que antes de la crisis. Por ejemplo en España el 83% de los ciudadanos consideran que los partidos políticos son corruptos (comparado con un 66% en el 2007). La confianza en los políticos está en su nivel más bajo en países como Chipre, Grecia España e Italia, que están entre los 10 países del mundo donde la mayoría piensa que sus partidos políticos son muy corruptos.

Las recientes crisis económicas ocurridas en el mundo, han expuesto la necesidad de mayor transparencia, e integridad. Ello incluye la forma en que los políticos toman decisiones (y son influenciados por intereses privados), y cómo las empresas financieras operan y asumen responsabilidad cuando se exceden en los riesgos que amenazan la estabilidad de la economía mundial.

4.- ¿Cuáles son los países más y menos corruptos del mundo? ¿Por qué?

Nuestro Indice de Percepción de la Corrupción (IPC), muestra que países con una larga tradición de rendición de cuentas y transparencia en el sector público, consistentemente aparecen con niveles de corrupción menores. Por ejemplo los países nórdicos tienen niveles bajos de sobornos y a su vez una sólida cultura de gobierno abierto, información gubernamental pública, protección de informantes y supervisión imparcial e independiente. En el 2014, Dinamarca apareció como el país menos corrupto del mundo con un puntaje de 92 sobre 100.

Los que peor aparecen, son los países cuyas instituciones han sido debilitadas por conflictos, dictaduras o gobiernos autoritarios. Normalmente en estos casos existen grandes niveles de impunidad, lo que permite que quienes incurren en actos de corrupción graves no sufran consecuencia alguna por su proceder delictivo. Peor aún, con frecuencia son presentados como modelos de éxito social. Esto desalienta a la población, que a su vez va internalizando que las prácticas corruptas son “normales” y que para sobrevivir y ascender socialmente constituyen una vía obligada.

Según el IPC, Corea del Norte y Somalia comparten el último lugar con 8 puntos.

5.- ¿Cómo valoras la situación de la corrupción en España?

Son frecuentes los escándalos de corrupción pública en España. Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre en otros países, ésta aparece circunscrita a la clase política y a actores pertenecientes a las élites de poder, más no al ciudadano común y corriente. No se advierte un fenómeno de corrupción administrativa generalizada ni una “normalización” de la corrupción como parte integrante de la vida cotidiana de las personas comunes y corrientes.

Mientras que se descubren millonarios casos de gran corrupción como los casos Bárcenas, Undargarín o las tarjetas opacas, es impensable imaginar a un ciudadano de a pie sobornando a un policía o a un burócrata solicitando un pago indebido para cumplir con su deber.

Estamos hablando de una corrupción que se ha instalado en los segmentos altos de la estructura política del Estado español y que aparece ligada al poder, ya sea de quienes ejercen la función pública, están en los altos mandos de las instituciones políticas o detentan poder económico en el sector privado

6.- ¿Qué medidas proponéis para mejorar la situación en España y volver a ganar en la ciudadanía el respeto por las instituciones?

Debe producirse una reforma profunda de los partidos políticos y sus estructuras a fin de incrementar la transparencia y el acceso a la información vinculada a sus quehaceres. El caso Bárcenas ha puesto en el tapete el álgido tema del financiamiento de los partidos políticos y la necesidad de permitir el control público y oficial sin restricción alguna.

La regulación y el control de la gestión de intereses (lobby) se impone como una necesidad en una realidad en la que intermediarios de intereses privados poderosos tienen una capacidad de infiltrar e impactar en las estructuras del Estado para lograr decisiones que los favorezcan ilegalmente.

Igualmente sería acertado implementar un sistema de protección a los informantes de casos de corrupción (whistleblowers), promover mecanismos de monitoreo social sobre los actos públicos y reforzar las regulaciones en materia de buen gobierno corporativo. Atendiendo a la reciente casuística, sería muy importante que España se sume a los países que ya han aprobado la existencia de un registro global donde se pueda identificar a los beneficiarios de las empresas “offshore”, vehículos frecuentemente utilizados para implementar los esquemas corruptos y lavar el dinero producto de estas actividades ilegales.

paulasimo

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